Hoy como ayer, mañana como hoy ¡y siempre igual! Un cielo gris, un horizonte eterno y andar..., andar. Moviéndose a compás como una estúpida máquina el corazón; la torpe inteligencia del cerebro dormida en un rincón. El alma, que ambiciona un paraíso, buscándole sin fe; fatiga sin objeto, ola que rueda ignorando por qué. Voz que incesante con el mismo tono canta el mismo cantar, gota de agua monótona que cae y cae sin cesar. Así van deslizándose los días unos de otros en pos, hoy lo mismo que ayer, probablemente mañana como hoy. ¡Ay!, ¡a veces me acuerdo suspirando del antiguo sufrir! ¡Amargo es el dolor pero siquiera padecer es vivir! ________________________________________ Cuando volvemos las fugaces horas del pasado a evocar, temblando brilla en sus pestañas negras una lágrima pronta a resbalar. Y al fin resbala y cae como gota de rocío al pensar que cual hoy por ayer, por hoy mañana volveremos los dos a suspirar.
Me dijeron que mirara hacia delante, que siguiera mi camino y dejara a mi espalda lo que siempre había querido. Me pidiron que luchara, que con todo mi esfuerzo tratara de reinvertarme una vez más. Me obligaron a olvidarte, a quemar mis recuerdos, a ponerle un nompre distinto a mis sentimientos. Pero todo salió mal, y mis intentos resultaron saltos al vacío, torpes desencuentros, zancadillas... Será que la persona que elegí para sustituir a la que tu conociste nunca esxixtió, nunca quise que lo hiciera. No estraba en mis planes dejar de ser esa niña que te adoraba, que suspiraba por tí, que te anhelaba. Esa niña era tu niña, la que querías con locura, la que te hacía vibrar, la que mirabas con dulzura. Debe ser que ya no la ves, que ya no la buscas. Fuiste tu quien la escondiste detrás de millones de lágrimas amargas. Ahora, con la mirada triste y el corazón cerrado por reforma ya no es la misma, ya no es tan guapa, ya no sonríe al alba ni a la luna. Y aunque volviera a hacerlo ya no s